lunes, 28 de marzo de 2016

20- LA RESURRECCIÓN Y “LOS RETORNOS” DE CRISTO.


Teología y Esoterismo.

    Reflexión el domingo 26-04-16. Día de pascua de resurrección.

            La semana de Pascua es un símbolo muy conocido y difundido en el mundo ya que miles de millones de seres humanos son cristianos, sea que profesen la religión católica apostólica romana, el catolicismo ortodoxo, o las diversas corrientes del cristianismo protestante que, a partir de Lutero, se diseminaron por el mundo. La Pascua tiene, desde el punto de vista teológico, un significado bastante difundido y que puede ser profundizado cada vez más según las reflexiones y consciencias de los cristianos. Para el cristianismo Jesucristo es el único Hijo de Dios, es Dios vivo hecho hombre, que descendió a la humanidad y hasta los mismos infiernos más oscuros de la Tierra para hacer frente a todos los obstáculos, vencer en sí mismo, como hombre, todo lo que el alma humana debe atravesar y superar. Dio ejemplo del camino recto y, según la teología cristiana, cargó en sí mismo los pecados (los errores, la ignorancia) de la humanidad, sin lo cual el ser humano no hubiese podido, solo y sin ayuda, superar los obstáculos y desafíos del mundo. Jesucristo en la cruz, representa a la humanidad misma, agonizando por su ceguera; representa también al alma que comienza a sacrificar las cosas del mundo, las vanidades, apegos y deseos, para rumbear por el camino del alma espiritual hacia la luz de la hermandad y la unidad. Representa el sacrificio del ego personal para dar lugar a los propósitos del Espíritu, que comienza a manifestarse por medio de la mente, el corazón y la conciencia.
            Toda esta representación de Jesús en la cruz, es un símbolo de la lucha entre las fuerzas de la materia, que tiene sus propias energías y tendencias, y las fuerzas del Espíritu, que descienden para ‘espiritualizar’ la materia y elevarla. Esta elevación de la materia hacia la luz, es elevación de las frecuencias vibracionales. Por supuesto que, estos conceptos últimos, no son empleados por la Teología tradicional, pero el hombre ya está preparado para comprender los hechos religiosos en forma filosófica, esotérica o metafísica, y científica. Con la mente así abierta, la comprensión de eventos como “la Pascua” pueden ser entendidos con mayor profundidad y con nueva consciencia.

            Desde el punto de vista esotérico, Cristo no es una ‘persona humana’, es decir que no se lo entiende antropomórficamente, sino como “una Energía”. Al mismo tiempo esta ‘Energía’ es una “Súper-Inteligencia” del Cosmos. Cristo es CONCIENCIA PURA, es Luz de Sabiduría y Amor a niveles mucho más allá de nuestro planeta Tierra y más allá del Sistema Solar. Cristo proviene de la palabra “Chrestos”, derivada luego en “Christos” que significaba antiguamente “el purificado”.
           CRISTO sería entonces la conciencia pura, sin manchas de sombras, es decir, la pura luz solar del Amor-Sabiduría, que se irradia en los astros más ancianos con gran poder. Nuestro sol, por ejemplo, al cual en Teosofía se le llama “Logos Solar” (el Sol detrás del sol) es una Gran Inteligencia Búdica, cuyo Espíritu o Hálito de Vida nutre a todos los planetas de su sistema. Nuestro Logos Solar es “Monmatia” según ‘El Libro de Urantia’, y está presente en cada planeta de su esquema como Presencia. La expresión de la Presencia Solar en cada Planeta es el LOGOS PLANETARIO en cada planeta; es decir, la Presencia de Amor-Sabiduría proyectada desde el sol hacia cada planeta. Por eso se ha dicho que cada uno de los planetas del sistema solar es un centro de energía o ‘chakra’ del Logos Solar. Pero el Sistema Solar, Monmatia, es tan solo una expresión crística del LOGOS GALÁCTICO; y este último es la expresión y centro energético cósmico de un Ser Cósmico aún mayor que abarca tantísimas galaxias, cúmulos y grupos de las mismas, en cuyo centro gravitatorio existe ESA GRAN MACRO-PRESENCIA a la cual hemos llamado EL CRISTO UNIVERSAL.
            Es desde esa PRESENCIA que cubre con su luz y regencia espiritual a miles de galaxias que giran en torno de su centro a la cual el Libro de Urantia llama “MICAEL”, el Cristo del Universo Local. Y demás está decir, que un “universo local” es tan solo uno de los millones que componen el GRAN UNIVERSO DEL TODO. Es decir que existen muchos ‘Micaeles’ o Cristo Universales, uno por cada regencia de un universo local, (cada uno compuesto, recordemos, por muchas galaxias…).
            Mucho habría para seguir en esta línea de reflexión… Pero lo que nos interesa aquí es el tema de la PASCUA. ¿Cómo se relaciona todo este conocimiento esotérico-cósmico con la Pascua que celebran los cristianos…?
            Obviamente hay que ir más allá de la Teología como doctrina eclesiástica para entender la Pascua desde un punto de vista esotérico y cósmico. De allí que se dieron algunas pautas en este sentido.
            Cuando Cristo (la Entidad Cósmica regente de nuestro Universo Local) descendió a Jesús (hijo del hombre) hace 2000 años, quedando efectuada la unión hipostática, Dios hecho hombre, tal evento fue un acontecimiento salvador y rescatador. Esto puede ser entendido desde el punto de vista Teológico, pero adquiere una nueva comprensión si se estudia desde un ángulo esotérico. Nuestro planeta, Tierra está, según su esquema evolutivo, en la cuarta encarnación del Logos (o ‘4° cadena’, según los teósofos, o ‘4° período’, según los rosacruces). En el Esquema Terrestre de evolución, nuestro Logos Planetario debe reencarnar 7 veces. Cada una de esas veces está compuesta por ciclos y subciclos de 7 rondas o revoluciones. Las 3 primeras encarnaciones logoicas ya pasaron y fueron de “materialización”. Es decir que en cada encarnación planetaria del Logos, éste fue ganando mayor densitud material. Ahora el Logos está en su 4° encarnación, la más material de las 7, puesto que las tres que faltan serán de ascenso, es decir, de “regreso” de un largo viaje evolutivo por los senderos de la materia. En la actual 4° encarnación logoica (o 4° gran Período) la Oleada de la Vida Divina pasa 7 veces por 7 globos (que son regiones de materia en distintos grados de densidad). El Globo “D” (el cuarto) es el globo físico, es decir, el de mayor densidad material. Este es el globo más denso, en el cual estamos ahora; y de las 7 razas que deberán manifestarse en esta ronda y en este globo físico, estamos en la 5° raza, la raza aria, transitando los tramos finales de la misma. La 4° raza, la Atlántica fue la de mayor densitud (dentro del 4° globo, en su 4° ronda). ¿Para qué hay que saber de estas cosas…?
            Es necesario conocer muy bien el esquema evolutivo del Logos Planetario Tierra porque los Avataras (encarnaciones Divinas) descienden a la materia en momentos especiales de los períodos, rondas y globos. CRISTO MICAEL descendió a la humanidad, tomando vehículo en la figura del Maestro Jesús, justo en un momento cósmico-planetario, donde la Tierra y la Raza humana estaba recién comenzando, (después de tocar el fondo más bajo de la materia), su ascenso a la Luz. Es por este motivo que la venida del Cristo Universal a la célula-Tierra hace 2000 años, ocurrió en un momento clave, porque el Planeta y la Humanidad estaban empezando a salir de la zona más densa y oscura de la materia; era el momento de comenzar a “escalar” hacia las altas cumbres del Espíritu.
            Por lo tanto CRISTO, como Inteligencia Universal, como Energía Cósmica Solar, descendió a la ‘forma-hombre’ para apadrinar a los miles de millones de almas ya individualizadas que estaban pasando por la zona más difícil y oscura del desafío evolucionario llamado “Esquema Evolutivo Terrestre”. CRISTO hizo, como entidad de Conciencia Pura, un sacrificio inimaginable, al tener que descender desde tan altas cumbres de Luz, hacia tan oscuras tinieblas del Esquema Terrestre, que estaba, como dijimos, en su 4° Globo físico, el más denso. CRISTO descendió para permitir “resurgir” con Él a todas las conciencias que, por miles de millones, evolucionaban en este Globo. Además, Cristo, de esta manera, no solo sirve de redentor de la Humanidad, sino como ayuda necesaria para el Logos Planetario, que también debía ascender, como todo lo demás, y al cual aún le queda un largo camino en escalada.

            El significado de la palabra “CRISTO”, como estamos viendo, puede alcanzar una expresión muy por encima de la entendida en la Doctrina Teológica Cristiana. El esoterismo nos permite este ‘viaje’ de la conciencia. En sus esencias, sin embargo, el significado teológico de Cristo como Amor, no varía…, como podemos ver. Lo que puede variar es la comprensión cósmica de estos significados; porque la mente puede viajar mucho más allá, y entender que “CRISTO” es de un poder y naturaleza de inusitada belleza, amor, y grandiosidad, y comprender que su reinado va mucho más allá de un planeta, de un sistema solar, o de una galaxia; porque CRISTO  ES LA CONCIENCIA SOLAR PURA, DE INTELIGENCIA Y AMOR, Y LA EXPRESIÓN DE LA VOLUNTAD SUPREMA (a la cual se ha llamado “El Padre”).
            Después de ver algo de estos conceptos, nos podemos acertcar al entendimiento de que la Pascua es un evento cósmico, planetario y humano. CRISTO, como Luz de Conciencia Pura, siempre desciende a los esquemas evolutivos de los planetas que están cumpliendo fases de su evolución.
Cristo vino hace 2000 años para encender una Antorcha de Fuego de Conciencia en la Humanidad y dar impulso de vida al Logos Planetario, y prometió regresar… Cuando hizo esa promesa Él sabía perfectamente de lo que hablaba, pues sabía de los procesos y ciclos de necesidad planetaria y humana mejor que nadie en la Tierra, pero no podía explicar estas cosas a gente que no estaba preparada para comprenderlas… Cristo posee perfecto conocimiento de toda la ‘familia solar y planetaria’ en su Universo. Conoce de las necesidades de Su Gran Familia universal, y sabe cuándo es el momento de asistir con su Presencia a algún planeta con su humanidad… Él es un verdadero Padre de las almas humanas y planetarias, y es “el mejor hermano y amigo”, si pueden emplearse tales palabras…
            Cristo se sacrifica a Sí Mismo por Su Familia, análogamente a como un padre y una madre se sacrifican por sus infantes hijos…, dando hasta la vida si fuese necesario…
Cada vez que Cristo debe descender desde su centro universal de regencia espiritual hacia regiones de oscuridad material realiza un gran sacrificio. Es como tener que dejar el plácido ambiente de nuestro hogar para ir a rescatar gente perdida y herida en medio de la selva africana… y este ejemplo es tan solo orientador, quedándose muy corto en comparación… Por eso hemos dicho que “Cristo” es ‘el gran rescatador’, es El Gran Rescatista de Humanidades. Pero no salva todo el tiempo a todos los planetas, porque sabe que las almas deben ganar experiencia por sí mismas, enfrentando sus propios desafíos, por eso solo acude a la Misión Redentora, como Avatar, cuando es el tiempo cósmico adecuado, y porque sin su ayuda hay momentos en los cuales ningún alma se salvaría y se perdería la evolución en un entero esquema planetario. Esos son los momentos cruciales en los cuales CRISTO desciende con huestes de luz, dando nuevas fuerzas a las almas, constituyéndose en “Un Faro” en la noche oscura de la evolución física.

            Cristo regresará…, su promesa está basada en conocimiento certero del esquema evolutivo planetario. Pero esta vez su Venida no será como sembrador de conciencia, porque eso ya lo hizo hace 2000 años; esta vez su regreso será como Juez y Segador. Vendrá para cosechar el trigo florecido en conciencia…, y esto, según la comprensión de quien aquí escribe, será al final de esta raza, para inaugurar el comienzo de la siguiente. La siguiente 6° Raza, será una raza de almas cristificadas o en vías de cristificación, pero habrán desaparecido el odio, la violencia y el dolor propios de la gran Sombra de la Ignorancia que hoy asola a gran parte de la Humanidad. Habrá nuevos desafíos…, sí, pero el Mal planetario habrá sido desmembrado y desinstalado, y a partir de la Nueva Raza, el resto del camino ascensional en esta cuarta ronda será sin mayores obstáculos, más que el de los desafíos propios del aprendizaje a través de los métodos del amor, y ya no más del dolor.
            Cristo regresará (aunque también es cierto que “nunca se fue”…), sin embargo, no regresará ‘como Avatar’ solo una vez más, sino en otras oportunidades también. Por ejemplo, en la próxima ronda, es decir en mitad de la quinta ronda, cuando la oleada de vida divina esté atravesando el Globo físico nuevamente; allí Cristo regresará para volver a dar impulso en ese momento a la Humanidad (que estará más adelantada en consciencia que la actual, por supuesto, pero que, al volver al globo físico, necesitará cierto tipo de “rescate redentor” nuevamente). Pero ese futuro está más allá del alcance de nuestra imaginación.
            Para finalizar este escrito, nunca olvidemos que una “chispa” pura del grandioso CRISTO UNIVERSAL, padre, hermano y amigo de todas las criaturas, está en el corazón de cada uno… Allí le podemos encontrar. Es nuestra más honda “identidad espiritual”, más allá de las formas de la materia.
A. B.


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Vea también:


El mantram ascensional planetario,

las pascuas de resurrección planetaria de este tiempo.