Teología y Esoterismo.
Reflexión
el domingo 26-04-16. Día de pascua de resurrección.
La semana de Pascua es un símbolo
muy conocido y difundido en el mundo ya que miles de millones de seres humanos
son cristianos, sea que profesen la religión católica apostólica romana, el
catolicismo ortodoxo, o las diversas corrientes del cristianismo protestante
que, a partir de Lutero, se diseminaron por el mundo. La Pascua tiene, desde el
punto de vista teológico, un significado bastante difundido y que puede ser
profundizado cada vez más según las reflexiones y consciencias de los
cristianos. Para el cristianismo Jesucristo es el único Hijo de Dios, es Dios
vivo hecho hombre, que descendió a la humanidad y hasta los mismos infiernos
más oscuros de la Tierra para hacer frente a todos los obstáculos, vencer en sí
mismo, como hombre, todo lo que el alma humana debe atravesar y superar. Dio
ejemplo del camino recto y, según la teología cristiana, cargó en sí mismo los
pecados (los errores, la ignorancia) de la humanidad, sin lo cual el ser humano
no hubiese podido, solo y sin ayuda, superar los obstáculos y desafíos del
mundo. Jesucristo en la cruz, representa a la humanidad misma, agonizando por
su ceguera; representa también al alma que comienza a sacrificar las cosas del
mundo, las vanidades, apegos y deseos, para rumbear por el camino del alma
espiritual hacia la luz de la hermandad y la unidad. Representa el sacrificio
del ego personal para dar lugar a los propósitos del Espíritu, que comienza a
manifestarse por medio de la mente, el corazón y la conciencia.
Toda esta representación de Jesús en
la cruz, es un símbolo de la lucha entre las fuerzas de la materia, que tiene
sus propias energías y tendencias, y las fuerzas del Espíritu, que descienden
para ‘espiritualizar’ la materia y elevarla. Esta elevación de la materia hacia
la luz, es elevación de las frecuencias vibracionales. Por supuesto que, estos
conceptos últimos, no son empleados por la Teología tradicional, pero el hombre
ya está preparado para comprender los hechos religiosos en forma filosófica,
esotérica o metafísica, y científica. Con la mente así abierta, la comprensión
de eventos como “la Pascua” pueden ser entendidos con mayor profundidad y con
nueva consciencia.
Desde el punto de vista esotérico,
Cristo no es una ‘persona humana’, es decir que no se lo entiende
antropomórficamente, sino como “una Energía”. Al mismo tiempo esta ‘Energía’ es
una “Súper-Inteligencia” del Cosmos. Cristo es CONCIENCIA PURA, es Luz de
Sabiduría y Amor a niveles mucho más allá de nuestro planeta Tierra y más allá
del Sistema Solar. Cristo proviene de la palabra “Chrestos”, derivada luego en “Christos”
que significaba antiguamente “el purificado”.
CRISTO
sería entonces la conciencia pura,
sin manchas de sombras, es decir, la pura luz solar del Amor-Sabiduría, que se
irradia en los astros más ancianos con gran poder. Nuestro sol, por ejemplo, al
cual en Teosofía se le llama “Logos Solar” (el Sol detrás del sol) es una Gran
Inteligencia Búdica, cuyo Espíritu o Hálito de Vida nutre a todos los planetas
de su sistema. Nuestro Logos Solar es “Monmatia” según ‘El Libro de Urantia’, y está presente en cada planeta de su esquema
como Presencia. La expresión de la Presencia Solar en cada Planeta es el LOGOS
PLANETARIO en cada planeta; es decir, la Presencia de Amor-Sabiduría proyectada
desde el sol hacia cada planeta. Por eso se ha dicho que cada uno de los
planetas del sistema solar es un centro de energía o ‘chakra’ del Logos Solar.
Pero el Sistema Solar, Monmatia, es tan solo una expresión crística del LOGOS
GALÁCTICO; y este último es la expresión y centro energético cósmico de un Ser Cósmico
aún mayor que abarca tantísimas galaxias, cúmulos y grupos de las mismas, en
cuyo centro gravitatorio existe ESA GRAN MACRO-PRESENCIA a la cual hemos
llamado EL
CRISTO UNIVERSAL.
Es desde esa PRESENCIA que cubre con
su luz y regencia espiritual a miles de galaxias que giran en torno de su
centro a la cual el Libro de Urantia
llama “MICAEL”, el Cristo del Universo Local. Y demás está decir, que un
“universo local” es tan solo uno de los millones que componen el GRAN UNIVERSO
DEL TODO. Es decir que existen muchos ‘Micaeles’ o Cristo Universales, uno por
cada regencia de un universo local, (cada uno compuesto, recordemos, por muchas
galaxias…).
Mucho habría para seguir en esta
línea de reflexión… Pero lo que nos interesa aquí es el tema de la PASCUA. ¿Cómo
se relaciona todo este conocimiento esotérico-cósmico con la Pascua que
celebran los cristianos…?
Obviamente hay que ir más allá de la
Teología como doctrina eclesiástica para entender la Pascua desde un punto de
vista esotérico y cósmico. De allí que se dieron algunas pautas en este
sentido.
Cuando Cristo (la Entidad Cósmica
regente de nuestro Universo Local) descendió a Jesús (hijo del hombre) hace
2000 años, quedando efectuada la unión hipostática, Dios hecho hombre, tal
evento fue un acontecimiento salvador y rescatador. Esto puede ser entendido desde
el punto de vista Teológico, pero adquiere una nueva comprensión si se estudia
desde un ángulo esotérico. Nuestro planeta, Tierra está, según su esquema
evolutivo, en la cuarta encarnación del Logos (o ‘4° cadena’, según los
teósofos, o ‘4° período’, según los rosacruces). En el Esquema Terrestre de
evolución, nuestro Logos Planetario debe reencarnar 7 veces. Cada una de esas
veces está compuesta por ciclos y subciclos de 7 rondas o revoluciones. Las 3
primeras encarnaciones logoicas ya pasaron y fueron de “materialización”. Es
decir que en cada encarnación planetaria del Logos, éste fue ganando mayor
densitud material. Ahora el Logos está en su 4° encarnación, la más material de
las 7, puesto que las tres que faltan serán de ascenso, es decir, de “regreso”
de un largo viaje evolutivo por los senderos de la materia. En la actual 4°
encarnación logoica (o 4° gran Período) la Oleada
de la Vida Divina pasa 7 veces
por 7 globos (que son regiones de materia en distintos grados de densidad). El
Globo “D” (el cuarto) es el globo físico, es decir, el de mayor densidad
material. Este es el globo más denso, en el cual estamos ahora; y de las
7 razas que deberán manifestarse en esta ronda y en este globo físico, estamos
en la 5° raza, la raza aria, transitando los tramos finales de la misma. La 4°
raza, la Atlántica fue la de mayor densitud (dentro del 4° globo, en su 4°
ronda). ¿Para qué hay que saber de estas cosas…?
Es necesario conocer muy bien el esquema evolutivo del Logos Planetario
Tierra porque los Avataras (encarnaciones Divinas) descienden a la materia
en momentos especiales de los períodos, rondas y globos. CRISTO MICAEL
descendió a la humanidad, tomando vehículo en la figura del Maestro Jesús,
justo en un momento cósmico-planetario, donde la Tierra y la Raza humana estaba
recién comenzando, (después de tocar el fondo más bajo de la materia), su
ascenso a la Luz. Es por este motivo que la venida del Cristo Universal a la
célula-Tierra hace 2000 años, ocurrió en un momento clave, porque el Planeta y la
Humanidad estaban empezando a salir de la zona más densa y oscura de la
materia; era el momento de comenzar a “escalar” hacia las altas cumbres del
Espíritu.
Por lo tanto CRISTO, como
Inteligencia Universal, como Energía Cósmica Solar, descendió a la ‘forma-hombre’
para apadrinar a los miles de millones de almas ya individualizadas que estaban
pasando por la zona más difícil y oscura del desafío evolucionario llamado
“Esquema Evolutivo Terrestre”. CRISTO hizo, como entidad de Conciencia Pura, un
sacrificio inimaginable, al tener que descender desde tan altas cumbres de Luz,
hacia tan oscuras tinieblas del Esquema Terrestre, que estaba, como dijimos, en
su 4° Globo físico, el más denso. CRISTO descendió para permitir “resurgir” con
Él a todas las conciencias que, por miles de millones, evolucionaban en este
Globo. Además, Cristo, de esta manera, no solo sirve de redentor de la
Humanidad, sino como ayuda necesaria para el Logos Planetario, que también
debía ascender, como todo lo demás, y al cual aún le queda un largo camino en
escalada.
El significado de la palabra
“CRISTO”, como estamos viendo, puede alcanzar una expresión muy por encima de
la entendida en la Doctrina Teológica Cristiana. El esoterismo nos permite este
‘viaje’ de la conciencia. En sus esencias, sin embargo, el significado
teológico de Cristo como Amor, no varía…, como podemos ver. Lo que puede variar
es la comprensión cósmica de estos significados; porque la mente puede viajar
mucho más allá, y entender que “CRISTO” es de un poder y naturaleza de
inusitada belleza, amor, y grandiosidad, y comprender que su reinado va mucho
más allá de un planeta, de un sistema solar, o de una galaxia; porque
CRISTO ES LA CONCIENCIA SOLAR PURA, DE
INTELIGENCIA Y AMOR, Y LA EXPRESIÓN DE LA VOLUNTAD SUPREMA (a la cual se ha
llamado “El Padre”).
Después de ver algo de estos
conceptos, nos podemos acertcar al entendimiento de que la Pascua es un evento
cósmico, planetario y humano. CRISTO, como Luz de Conciencia Pura, siempre
desciende a los esquemas evolutivos de los planetas que están cumpliendo fases
de su evolución.
Cristo
vino hace 2000 años para encender una Antorcha de Fuego de Conciencia en la
Humanidad y dar impulso de vida al Logos Planetario, y prometió regresar…
Cuando hizo esa promesa Él sabía perfectamente de lo que hablaba, pues sabía de
los procesos y ciclos de necesidad planetaria y humana mejor que nadie en la
Tierra, pero no podía explicar estas cosas a gente que no estaba preparada para
comprenderlas… Cristo posee perfecto conocimiento de toda la ‘familia solar y
planetaria’ en su Universo. Conoce de las necesidades de Su Gran Familia
universal, y sabe cuándo es el momento de asistir con su Presencia a algún
planeta con su humanidad… Él es un verdadero Padre de las almas humanas y
planetarias, y es “el mejor hermano y amigo”, si pueden emplearse tales
palabras…
Cristo se sacrifica a Sí Mismo por
Su Familia, análogamente a como un padre y una madre se sacrifican por sus
infantes hijos…, dando hasta la vida si fuese necesario…
Cada
vez que Cristo debe descender desde su centro universal de regencia espiritual
hacia regiones de oscuridad material realiza un gran sacrificio. Es como tener
que dejar el plácido ambiente de nuestro hogar para ir a rescatar gente perdida
y herida en medio de la selva africana… y este ejemplo es tan solo orientador,
quedándose muy corto en comparación… Por eso hemos dicho que “Cristo” es ‘el
gran rescatador’, es El Gran Rescatista de Humanidades. Pero no salva todo el
tiempo a todos los planetas, porque sabe que las almas deben ganar experiencia
por sí mismas, enfrentando sus propios desafíos, por eso solo acude a la Misión
Redentora, como Avatar, cuando es el tiempo cósmico adecuado, y porque sin su
ayuda hay momentos en los cuales ningún alma se salvaría y se perdería la
evolución en un entero esquema planetario. Esos son los momentos cruciales en
los cuales CRISTO desciende con huestes de luz, dando nuevas fuerzas a las
almas, constituyéndose en “Un Faro” en
la noche oscura de la evolución física.
Cristo regresará…, su promesa está
basada en conocimiento certero del esquema evolutivo planetario. Pero esta vez
su Venida no será como sembrador de conciencia, porque eso ya lo hizo hace 2000
años; esta vez su regreso será como Juez y Segador. Vendrá para cosechar el
trigo florecido en conciencia…, y esto, según la comprensión de quien aquí
escribe, será al final de esta raza, para inaugurar el comienzo de la
siguiente. La siguiente 6° Raza, será una raza de almas cristificadas o en vías
de cristificación, pero habrán desaparecido el odio, la violencia y el dolor
propios de la gran Sombra de la Ignorancia que hoy asola a gran parte de la
Humanidad. Habrá nuevos desafíos…, sí, pero el Mal planetario habrá sido
desmembrado y desinstalado, y a partir de la Nueva Raza, el resto del camino
ascensional en esta cuarta ronda será sin mayores obstáculos, más que el de los
desafíos propios del aprendizaje a través de los métodos del amor, y ya no más
del dolor.
Cristo regresará (aunque también es
cierto que “nunca se fue”…), sin embargo, no regresará ‘como Avatar’ solo una
vez más, sino en otras oportunidades también. Por ejemplo, en la próxima ronda,
es decir en mitad de la quinta ronda, cuando la oleada de vida divina esté atravesando el Globo físico nuevamente;
allí Cristo regresará para volver a dar impulso en ese momento a la Humanidad (que
estará más adelantada en consciencia que la actual, por supuesto, pero que, al
volver al globo físico, necesitará cierto tipo de “rescate redentor” nuevamente).
Pero ese futuro está más allá del alcance de nuestra imaginación.
Para finalizar este escrito, nunca
olvidemos que una “chispa” pura del grandioso CRISTO UNIVERSAL, padre, hermano
y amigo de todas las criaturas, está en el corazón de cada uno… Allí le podemos
encontrar. Es nuestra más honda “identidad espiritual”, más allá de las formas
de la materia.
A. B.
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Vea
también:
El mantram ascensional planetario,
las pascuas de resurrección planetaria de este tiempo.